Este verano, los brazaletes camparán a sus anchas en nuestras muñecas.
En oro rosa o amarillo, ganando terreno a la plata o el oro blanco.
En la imagen, el último diseño de Christian Dior.
Colección Art Noveau de Repossi.
Oro rosa con diamantes.
Con nombre de reina : Noor de Eternamé.
Esta vez, reconozco que me dejo llevar por mi gusto personal, las joyas de Versace no te dan opción.
Te gustan o no.
Mucho o nada.
Acaso no es el espíritu Gianni ?
Once upon a time …
Florence ( Italy )
La tradición florentina, despierta la seda con piedras preciosas.
Carolina Bucci, sigue esta técnica de origen italiano, con resultados prodigiosos.
Neon Twisters.
A la venta en los almacenes Harrod’s.
Aurélie Bidermann toma como punto de partida las ciudades míticas de América Latina.
Todo un descubrimiento para sus seguidores, entre los que me incluyo.
Arriba, collar y pendientes de la colección Mendoza.
Brazalete Pachacamac.
Actualmente la fusión de plata y oro rosa se manifiesta como combinación ganadora.
Un buen ejemplo es este collar que combina ambos materiales muy acetadamente.
Diseño de Mita Marino Milano.
De nuevo, vivimos el esplendor de las princesas rusas de la mano de casa Fabergé, vieja conocida de este blog.
Alexandritas, rubies y diamantes engarzados en un brazalete que recrea el espíritu zarista.
Un colgante flor, de la colección Red Carpet de Chopard ( engastado con más de 1.1oo diamantes )
Blake Lively, con una preciosa clutch ( de serpiente pitón ) de Emily Cho, en color agua.
Ornella Iannuzzi, nacida en Los Alpes y con clara influencia de tan magníficas montañas en sus diseños, encuentra la inspiración en estos maravillosos ópalos de origen etíope, que configuran con total protagonismo su última colección.
If you dare: Copernicus ring from H Stern.
La brasileña H Stern, remarca uno de sus diseños más conocidos , las estrellas brillan más con Copernico.
Tres palabras que suman: Metal, Resina, YSL.
Desde hace tiempo la bisutería de Yves crea una adicción constante entre los más fashionistas.
Diseño con un aura de misterio: C’est la vie …