Como si de un cuento moderno se tratara, las creaciones de Lydia Courteille dan cuerpo a reyes y reinas, príncipes y princesas que con coronas y corazones entrelazados se cuelan en la rutina.
Además en toda historia que se precie, siempre hay una cerradura, sin la llave adecuada quedará cerrada por los siglos de los siglos …