«Sans folie, l’homme est plus petit» (“Sin locura, el hombre es más pequeño”)
Comenzamos esta estupenda jornada con una afirmación que no dejará indiferente a nadie.
Estoy de acuerdo en que la vida necesita algunas extravagancias que consigan trivializar y alegrar nuestra existencia, si eres como yo una apasionada del diseño y el champagne, éste será tu segundo hogar.
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Desde 1907 este edificio, sirve para acoger en sus estancias a los clientes más apreciados de la maison Clicquot.
Con vistas a su bienvenida al siglo XXI, una transformación a cargo de Bruno Moinard, ha conseguido que este palacete sea digno de los mejores sueños.
Objetivo conseguido gracias a la excelente combinación de antiguedades con selectas piezas de arte contemporáneo, a destacar el retrato de Madame Clicquot a cargo de Yayoi Kusama ( con sus característicos polka -dots, que inundan la colección que la artista japonesa ha creado en exclusiva para Louis Vuitton ) vamos que todo en casa porque el hotel pertenece al grupo LVMH, o la glorieta del jardín , obra de los hermanos Campana, y guiños especiales gracias a la decoración con piezas de Fornasetti.
Esculturas de Pablo Reinoso, destacan en sus pasillos.
