Conocerte fue maravilloso, entenderte complicado, mas descubrirte en verdad resultó apasionante.
La quietud y el caos en el mismo lugar, configuran una mezcla irresistible: Firenze.
Claramente padezco un agudo síndrome de Stendhal, que sólo tiene una cura, volver a Florencia el 20 de Noviembre para el concierto de Zucchero.
Save the date !!!
Regreso con las pilas cargadas y mucha moda italiana.