Paradójicamente en estos tiempos, se valoran más determinadas marcas sólo por el status que transmiten y no por la calidad o creatividad de sus diseños. Díficil averiguar hasta qué punto nos influyen la publicidad y el marketing que martirizan nuestras cabecitas en un constante goteo de venta directa por vena, me gusta mucho la actitud de Karl cuando manifiesta sin pelos en la lengua, que la moda es una manera de que mucha gente gane dinero, en efecto es una industria de la que dependen muchos salarios, sin culpabilizarnos por ansiar un Chanel o Hermés, debemos girar la mirada a emergentes propuestas que surgen por todas partes.
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Un ejemplo de ver más alla es Elle USA, que en el número tres nos acerca un impresionante R&Y Augousti de venta en los almacenes trendy de NY: Barneys.